Aquí puedes escuchar el programa emitido: (desde el minuto 17:20 al 23)
https://play.cadenaser.com/audio/ser_ciudad_real_hoyporhoyciudadreal_20190910_132000_140000/
Todas van unidas pero si hay un eje que acapara las miradas es el de la energía. Importantísimo y poderosísimo sector que ve cómo su transición hacia un nuevo modelo despierta cierta simpatía, pero también muchos recelos e incluso ataques.
Estos ataques suelen provenir de personas influyentes, muchas de las cuales apelan al miedo para paralizar el cambio. Acusan al cambio de modelo energético de parar el “progreso”, de condenar a los pueblos a pobreza y sufrimiento, de ahogar a las economías,…no sólo deben ser futurólogos, sino que además obvian datos totalmente objetivos.
Yo no sé predecir el futuro, pero sí tengo claros algunos datos objetivos.
Sé, por ejemplo, que en nuestro país cada año estamos comprando al exterior (principalmente petróleo y gas) una media de unos 1.000 € por habitante. Esto quiere decir que en cada hogar 3.000-4.000-5.000 € desaparecen para siempre y se van a un país lejano para no volver. Y en un país con tanta falta de financiación esto sí que me parece que para nuestro progreso.
Sé también que las energías fósiles (petróleo, gas, carbón y uranio) cada año son y serán más caras y que sin embargo las energías renovables cada año son y serán más baratas. Con lo cual creo que seguir con el modelo tradicional es como ahogaríamos nuestra economía.
Y también sé que las energías renovables precisan de más mano de obra por unidad de energía que las energías convencionales, mano de obra que se genera principalmente en la región de consumo y que se distribuye tanto en las zonas urbanas como rurales. Son, por tanto, una herramienta de lucha contra la pobreza.
Y así podríamos seguir hablando de las ventajas ambientales, de que son un activo no sujeto a tanta especulación, que democratiza la generación y consumo de energía,…
Por tanto, yo no sé qué nos deparará el futuro, pero sí creo que los cambios que tenemos delante no son una amenaza sino una oportunidad. Tenemos delante la oportunidad no sólo de afrontar las 5 crisis de las próximas décadas, sino de incluso crear un mundo mejor, igual de próspero pero más justo.
NO TENGO MIEDO, TENGO ILUSIÓN.