Como podemos ver aquí una mayoría de encuestados en Sevilla no ve bien que se usen las estufas de butano para calentar las terrazas de los bares.
Esta noticia es muy esperanzadora.
No ya porque se ponga en tela de juicio la idoneidad de calentar un espacio abierto con combustibles fósiles. Eso es algo que ya han intentado ilegalizar varios ayuntamientos y que puede interpretarse como no acorde a la norma por el RITE. Si bien hay que decir que este se refiere a las instalaciones «fijas», no cabe duda de que la intención del legislador era la de prohibir calentar un espacio abierto con combustibles fósiles, como nos demandaban desde hace tiempo las instituciones europeas.
Lo verdaderamente «noticiable» es que surja una respuesta mayoritaria de la población para denunciar tal aberración energética. Lo cual nos confirma que estamos ante una verdadera explosión de responsabilidad ambiental colectiva que nos permite soñar con un futuro inmediato muy esperanzador.