Mi amiga Isabel me dijo que iba a realizar un viaje en avión de Madrid a Barcelona. Cuando me enteré le alquilé un coche, un utilitario diésel, no híbrido, ni eléctrico, un HDI corriente, y le pedí que hiciera ese viaje en coche. Pero que lo hiciera pasando por Salamanca, Cáceres, Sevilla, Granada, Murcia y recorriera toda la costa levantina hasta llegar a Barcelona… ¿Que le parece una barbaridad? La verdad es que sí, de hecho mi amiga tuvo que llenar el depósito dos veces, pero no había producido más…
Leer más